Círculo de mujeres

Lo que más valoro del círculo, aparte de que tenemos una terapeuta formidable, es el trato, comprensión, respeto y cariño de todas las que formamos el círculo. Recomiendo el círculo porque hay un antes y un después, soy más consciente de mis emociones y se ha producido un crecimiento personal. Te sana el alma, te permite ver que hemos de cuidar la energía del cuerpo y tratarnos con respeto, amor y alegría. Para mí ha sido una experiencia muy positiva en la que he transformado aspectos espirituales.

El círculo me ha beneficiado mucho en mi autoestima, me he dado cuenta de que no soy la única que lleva una mochila del pasado. Las terapias mensuales me reconfortan, me ayudan a ser mejor persona y a socializar; también me han dado la posibilidad de conocer a las mujeres que constituyen el círculo. Destacaría mi despertar espiritual: es una terapia hacia "la mujer que habita en mí", donde hay mucho mimo, amor y respeto.

Haber participado en el círculo de mujeres me ha permitido compartir, en un espacio íntimo de confianza y seguridad, cómo estoy, cómo me siento. He descubierto aspectos de mí, tanto negativos como positivos, y he comprendido el valor de aceptarlos todos. Recomendaría participar en el círculo para permitirte un espacio de autoindagación y conocimiento. Porque reunirse con otras mujeres es terapéutico de por sí. Te permite mirarte y vivir más en paz, calma, coherencia contigo misma.

Me ha permitido conectar conmigo misma. Darme el espacio, una vez al mes, para detenerme y cuidarme. Esther es una persona muy cercana que hace propuestas y sugerencias desde el respeto y el cariño absolutos. En cada encuentro he tenido la posibilidad de escucharme, detenerme y tomar más conciencia de cómo estoy y qué necesito. El encuentro con las mujeres te permite tener un espacio donde apoyarte, mirarte en la otra, dejarte caer y fortalecerte. Es un espacio precioso de escucha y crecimiento. De las sesiones me llevo calma, mayor conexión conmigo misma, conciencia de cómo estoy y sensaciones de bienestar después de un compartir tan rico. Por todos estos aspectos tan nutritivos recomiendo el círculo de mujeres a quien pueda resonarle.

He tenido la suerte de asistir al retiro de mujeres, por lo que siento un gran agradecimiento a Esther por la organización y lo que ello supone. Para mí, ha sido una experiencia muy enriquecedora que recomiendo a todas las mujeres que tenemos inquietud de autoconocimiento para la mejora contínua de nosotras mismas y, con ello, la aportación de dicho beneficio a la comunidad. Compartir con otras mujeres las experiencias de la vida y las preocupaciones y ver que cada una tenemos nuestra historia personal y, a la vez, tenemos un denominador común: la recuperación del poder femení, el “empoderamiento femenino”, aunque me gustaría encontrar otra palabra, ya que ésta ya está muy desgastada y mal aplicada; sería como recuperar el poder femenino desde la visión más profunda o espiritual. Participar en el círculo de mujeres lo veo como una herramienta para trabajar en esta recuperación, es un camino hacia la sanación de la feminidad y retornarla al lugar que le corresponde, incluyendo la esencia femenina de los hombres. Tengo la certeza de que con la fuerza del grupo, la generosidad del compartir, se abre un espacio para la recuperación de la genuina feminidad y de las cualidades que son inherentes a ella, más allá de las etiquetas que puedan desvirtuar este trabajo. Mi visión del círculo de mujeres es la de encaminarse hacia un reto atractivo y motivador con el objetivo de manifestar la “cualidad femenina” en el entorno de cada una de nosotras y en la sociedad.