Clown

Una propuesta para fracasar rotundamente y ¡derrocar tu ego!

Clownes una posibilidad de compartirte mientras exploras y recuerdas ese estado payaso que tienes dentro. 

Sí, has leído bien. Todos tenemos una parte payasa que está directamente relacionada con la infancia. Volver a conectar con ella es necesario para darnos la posibilidad de soltar todo lo aprendido en el camino a la adultez y sentirnos más libres, permitiendo que surja nuestra locura interna, ¡esa que cura!

¿Cómo se desarrolla un taller de clown?

El clown utiliza diferentes herramientas para reconectar con las diversas áreas payasas. En cada sesión exploramos las siguientes:

1. Ubicación en el espacio. Reconocimiento de cómo venimos y cómo estamos y calentamiento para salir del estado de adultez y adentrarnos en las diferentes facetas del payaso.
2. Juego. Jugamos para trabajar el ritmo y la expresión corporal y salir de la mente analítica. Así, podemos reconectar con el placer de jugar por jugar.
3. Imaginación. Desde la imaginación reproducimos escenas y las desarrollamos de manera improvisada. En dicha improvisación experimentamos diferentes estados y sensaciones que van apareciendo espontáneamente. 
4. Mirada. A través de la expresión facial y la mirada transmitimos al público aquello que nos está sucediendo. Es decir, en el caso de que alguien se sienta incómoda o tímida, su expresión va a transmitir esa sensación; en cambio, también puede estar contenta o traviesa, de manera que será dicho estado el que transmitirá al público. La finalidad es conectar con el público. 
5. Escenario. En la puesta en escena, la complicidad con las compañeras, el desarrollo de la escucha y la conexión con el público son lo más importante.
6. Personajes. En el escenario exploramos diferentes personajes, donde los clowns se suman a todas las propuestas buscando en ellas la autenticidad.
7. Cierre: La sesión concluye con un espacio para compartir y celebrar las experiencias vividas, integrar los descubrimientos y aprendizajes de la sesión para que puedan servir en nuestra vida cotidiana. Aprender a relativizar las exigencias del éxito y, también, la frustración de los fracasos.

El entrenamiento está basado en el juego y placer personal de cada individuo, nos enseña a disfrutar del ridículo, reírnos de nosotros mismos y ser sinceros con lo que sentimos.

Algunos beneficios del clown:

• Conexión con la espontaneidad y la autenticidad 
• Reconexión con la imaginación
• Exposición al ridículo 
• Complicidad y empatía 
• Integración del éxito y el fracaso como energías posibles
• Desmontar armaduras
• Disfrutar del juego sin expectativas
• Desarrollar nuevos recursos